El joven soldado Soulo perseguía a los cristianos. Un día cuando iba camino a la ciudad una poderosa luz le tiró del caballo, al tiempo que la voz de Dios le preguntaba "Soulo, ¿Por qué me persigues?". Soulo se quedó ciego por unos días y recupero la vista con los cuidados de la comunidad cristiana. Se convirtió y cambió su nombre por Pablo.
Esto es lo que quiere explesar el cuadro de Caravaggio.
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